"Deleitarse con cada pequeña cosa...
dejarse llevar por el momento presente...
no sentir demasiado apego al propio "yo"...
tener ganas de explorar los límites del "más allá" y "del otro"...
buscar sentido...
encontrar un propósito...
abrirse a más...
La autora del libro, "La espiritualidad infantil", Rebecca Nye, expresa con estas palabras el impacto que le produjo observar en su hijo de tan solo 5 meses, su talento innato para "ser". Estas palabras pueden describir, según esta autora, lo que implica la espiritualidad a cualquier edad.
Rebecca Nye ha llevado a cabo un trabajo exhaustivo de investigación sobre la espiritualidad infantil. Esta autora se ha convertido en una defensora excepcional de este campo, y nos invita a que le demos a la dimensión espiritual de los niños y niñas la importancia que se merece en nuestra práctica, tanto en las iglesias y las escuelas, como en la sociedad en su conjunto, pero sin perder ese toque divertido, lúdico y espontáneo.
Según la investigación realizada por esta autora, los niños y niñas tienen un sentido innato de la presencia de Dios y el enfoque de Godly Play, como método de descubrimiento y crecimiento espiritual basado en los principios del método Montessori, les ayuda a explorar su fe a través de las historias bíblicas presentadas de manera imaginativa.
En la clase de religión utilizamos este enfoque metodológico para fomentar el aprendizaje del lenguaje religioso (historias sagradas, parábolas, acción litúrgica y silencio contemplativo) ayudando al alumnado a desarrollar la experiencia espiritual a través del pensamiento reflexivo, el asombro, el misterio, la expresión artística y el juego.